Nueva metodología mediante smartphones para cuantificar la funcionalidad del tronco en pacientes con lesión medular
Nueva metodología mediante smartphones para cuantificar la funcionalidad del tronco en pacientes con lesión medular
Investigadores del IBEC (Institute for Bioengineering of Catalonia) y del Institut Guttmann – Hospital de Neurorrehabilitación, desarrollan una nueva manera de relacionar de forma cuantitativa y personalizada el nivel de lesión medular con la funcionalidad del tronco. El avance permitirá determinar, de forma individualizada, el nivel de movilidad del tórax en pacientes que hayan sufrido una lesión medular, y representa una herramienta muy útil para hacer un seguimiento objetivo y cuantificable durante las sesiones de rehabilitación.
Las lesiones de la médula espinal, a nivel cervical o torácico, causan el deterioro de las funciones motoras y sensoriales de las partes del cuerpo que están por debajo del punto de lesión. Una de las complicaciones de salud que conllevan es la falta de control de la musculatura del tronco, fundamental para la ejecución de tareas como mantener el equilibrio y la verticalidad, alimentarse, vestirse y coger o manipular objetos entre otras tareas cotidianas. A pesar del gran impacto de la función motora del tronco en la calidad de vida de los pacientes, no existen medidas objetivas y estandarizadas para su cuantificación. La evaluación clínica es el método más común, pero incluye un alto grado de subjetividad puesto que depende de escalas cualitativas.
Ahora, un equipo de investigadores liderado por Raimon Jané, líder del Grupo de Procesado e Interpretación de Señales Biomédicas (BIOSPIN) del IBEC y profesor de la UPC; y por Hatice Kumru, neurológa y coordinadora de Neurofisiología del Institut Guttmann y Joan Vidal, director docente y líder del grupo de Neuroreparación y terapias avanzadas del Institut Guttmann han desarrollado una nueva metodología que permite determinar, de forma objetiva y cuantitativa, la función de tronco en pacientes con lesión medular. El nuevo enfoque, que se ha publicado recientemente en la revista Journal of Neural Engineering, combina el electromiograma (EMG) con el acelerómetro de un smartphone y puede complementar una evaluación clínica con datos objetivos.
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