Uno de los principales problemas del tratamiento de las patologías neurodegenerativas es que cuando aparecen los primeros síntomas, la enfermedad está muy avanzada y ya no es posible trabajar en su prevención. Esto hace muy necesario el establecimiento de herramientas de valoración cognitiva que sean sensibles, eficientes y accesibles a gran escala. Investigadores del Institut Guttmann han publicado un artículo en la revista Frontiers in Aging Neuroscience con la validación de la herramienta digital Guttmann Cognitest, que permite al usuario realizar el test sin necesidad de la presencia o supervisión de personal experto.

El Alzheimer y otras enfermedades neurodegerativas van precedidas de una larga etapa preclínica, en la que los síntomas todavía no son visibles. Detectar estos casos de forma precoz es esencial para el desarrollo de herramientas de prevención y promoción de la resiliencia frente a la enfermedad, pero diagnosticarlos en la atención primaria es muy difícil, debido a la falta de personal especializado y recursos. Además, situaciones como la pandemia de la Covid han puesto de manifiesto la necesidad de vías alternativas a las pruebas clásicas.

En este contexto, el uso de herramientas tecnológicas está despuntando como posible solución para aplicar estos test a grandes muestras de población. El artículo publicado en Frontiers in Aging Neuroscience valida la solución digital Guttmann Cognitest, una herramienta de valoración cognitiva que incluye 7 tareas que implican unos 20 minutos y pueden realizarse sin la necesidad de supervisión directa de personal especializado. “Esto facilita la corrección y mejora la eficiencia del proceso de valoración, llegando a más gente –razona Javier Solana, investigador del Institut Guttmann y desarrollador tecnológico de Guttmann Cognitest–. Además, permite realizar seguimientos y comparativas a lo largo del tiempo, para valorar la evolución de cada persona”.

Herramienta de medida del rendimiento cognitivo

La validación se realizó con una muestra de 274 participantes de entre 40 y 65 años y sin afectaciones neurológicas de la Barcelona Brain Health Initiative, una iniciativa del Institut Guttmann destinada a conocer y entender cómo se puede mantener la salud del cerebro en el largo del tiempo. En ella participaron 126 mujeres y 148 hombres, que realizaron una valoración neuropsicológica clásica –presencial, en papel, con un profesional y con una duración de entre 60 y 90 minutos– y la valoración mediante Guttmann Cognitest.

Los resultados indican que la valoración realizada con Guttmann Cognitest se relaciona con los resultados obtenidos con la valoración presencial y sirve como herramienta de medida del rendimiento cognitivo, lo que valida su potencial uso en este tipo de población.

Gabriele Cattaneo, investigador del Institut Guttmann y primer autor del artículo, destaca que en el diseño de la herramienta se ha puesto el foco en las funciones que se deterioran inicialmente en las primeras etapas de los desórdenes cognitivos. "Por este motivo, incluimos tests que se han demostrado sensibles a la detección precoz del Alzheimer, como las tareas de memoria asociativa", explica.

Además, los resultados de Guttmann Cognitest muestran que la herramienta también es sensible al envejecimiento no patológico, dado que, en línea a lo esperado, a medida que se incrementa la edad del usuario/a, resultados globales son peores, y que cuanto mayor es el nivel de estudios, los resultados son mejores. En cuanto a las diferencias por género, los hombres obtuvieron mejor puntaje en atención y funciones ejecutivas, mientras que las mujeres fueron superiores en las tareas de memoria.