El Institut Guttmann implementa un programa de rehabilitación a domicilio para pacientes complejos con lesión medular
El Institut Guttmann implementa un programa de rehabilitación a domicilio para pacientes complejos con lesión medular
Tras una lesión medular, la estancia en el hospital no sirve sólo para la rehabilitación física, sino que también se abordan aspectos psicológicos y se prepara al paciente para lo que vendrá después del alta. Todo un equipo de profesionales trabaja para que aquella persona pueda reanudar su vida lo antes posible. Pero existen casos en los que, por motivos diversos, el usuario necesita de una intervención más personalizada que no se podría desarrollar de forma óptima con un ingreso hospitalario. Para dar respuesta a esta necesidad, el Institut Guttmann implementó en 2022 el Programa de Hospitalización a domicilio para pacientes con una lesión medular compleja, que en su primer año ha atendido a 31 personas en su domicilio durante una media de 4 meses, consiguiendo un altísimo grado de satisfacción.
Por regla general, cuando una persona sufre una lesión medular ingresa durante unos meses en el hospital, donde sigue un programa intensivo de rehabilitación. Se trabajan aspectos motrices, psicológicos y funcionales, con objetivos como las transferencias –desplazamiento de la silla de ruedas a otro sitio–, la higiene diaria, las salidas a la calle o los cuidados de la piel, entre muchos otros. Pero hay casos que, debido a la edad u otras patologías, no podrían obtener un beneficio óptimo de un ingreso hospitalario. “Un médico evalúa cada situación y realiza la derivación cuando cree que es conveniente un apoyo extra. Se diseña entonces un tratamiento individualizado de media/baja intensidad, con el objetivo de alcanzar la máxima autonomía personal, proporcionar herramientas de manejo a los cuidadores y conectar con los recursos de la zona”, expone Cristina Bonet, terapeuta ocupacional del Institut Guttmann y coordinadora del Equipo de Evaluación y Apoyo Especializado en Neurorrehabilitación (EASE), responsable del programa.
Para acceder a este servicio es necesario tener una lesión medular, disponer de una vivienda adaptada y de una persona de apoyo o cuidador/a en el domicilio. De los 31 participantes de este primer año, 18 tenían una paraplejia incompleta, 6 una paraplejia completa, 6 una tetraplejia incompleta y 1 una tetraparesia (debilidad en las 4 extremidades). Además, en 8 pacientes la lesión era secundaria a un proceso oncológico. “Uno de los aspectos más importantes del programa es que todo lo que se trabaja se implementa directamente en el entorno de la persona. En el hospital, los pacientes se enfrentan a una realidad en cierta forma “irreal”, porque los espacios y recursos son 100% accesibles. Pero en casa la funcionalidad es real; cuando finalizan con nosotros, todas las mejoras en aspectos como desplazarse por el domicilio, salir a la calle o tratar heridas ya están integradas en su vida cotidiana”, apunta Bonet.
“De repente te encuentras con gente que te escucha”
Los resultados de las escalas de valoración de los usuarios/as indican un altísimo grado de satisfacción. El 100% de los participantes puntuaron por encima de 8 su experiencia –un 50% le ha otorgado la nota máxima de 10– y afirman que recomendarían el programa a otras personas en su situación.
Continua en la nota de prensa adjunta.