El proyecto PREHABILITA demuestra que la estimulación cerebral no invasiva combinada con ejercicio intenso puede inducir cambios neuroplásticos relevantes antes de una cirugía de tumor cerebral
El proyecto PREHABILITA demuestra que la estimulación cerebral no invasiva combinada con ejercicio intenso puede inducir cambios neuroplásticos relevantes antes de una cirugía de tumor cerebral
El equipo investigador del proyecto PREHABILITA ha publicado en la revista Frontiers in Oncology un case report que demuestra por primera vez que la aplicación de estimulación cerebral no invasiva (ECNI) combinada con ejercicio intenso produce cambios neuroplásticos clínicamente relevantes antes de una cirugía para la extirpación de un tumor cerebral, revelando cuáles podrían ser los mecanismos neurales subyacentes a ese proceso. Esto ayuda a minimizar las secuelas neurológicas derivadas de la extirpación del tumor y podría situar a la ECNI como opción alternativa a la estimulación invasiva, más costosa y con mayor riesgo de efectos adversos.
PREHABILITA es un proyecto del Institut Guttmann, financiado por la Fundación Joan Ribas Araquistain, que tiene como objetivo minimizar las secuelas físicas y cognitivas de la cirugía de tumores cerebrales mediante la aplicación combinada de ECNI con entrenamiento intensivo para modificar el actividad del cerebro antes de la intervención. Se trata del primer ensayo clínico de estas características en el mundo, en el que ya han participado 26 pacientes.
El protocolo de prehabilitación incluye dos procedimientos previos a la cirugía: en primer lugar, se aplica neuromodulación para inhibir de forma temporal la actividad de la zona del cerebro donde se ubica el tumor y que, por tanto, es susceptible de ser lesionada durante la intervención. Después, el participante realiza diversas tareas físicas y/o cognitivas (según la función que puede verse afectada), lo que fuerza al cerebro a buscar una región alternativa que le permita llevarlas a cabo. “De esta forma, preparamos al cerebro para que, en caso de que la cirugía cause una lesión real, ya haya otras zonas que le permitan funcionar adecuadamente”, expone Leonardo Boccuni, investigador predoctoral del proyecto y primer autor del artículo .
Hasta ahora, sólo se habían publicado dos casos de neuromodulación no invasiva previa a la cirugía de tumores cerebrales, y en ninguno de ellos se había estudiado la reorganización de las redes cerebrales como consecuencia del procedimiento. “Los mecanismos subyacentes a este proceso no se conocen en profundidad y éste es un factor clave que hemos abordado de forma pionera, estudiando cómo cambia la conectividad del cerebro durante el proceso de prehabilitación”, explica Kilian Abellaneda, Doctor en Neurociencias y co-Investigador Principal del PREHABILITA.
Efectos en la actividad y la conectividad cerebral
Para investigar este aspecto, el equipo ha analizado el caso de una persona con tumor en una zona frontal implicada especialmente en el lenguaje. El paciente realizó 20 sesiones de prehabilitación durante 12 días, que consistían en inhibir la zona del cerebro que sería afectada por la cirugía y realizar inmediatamente después labores intensivas en los 3 idiomas que hablaba.
La cirugía se efectuó de forma satisfactoria, y los análisis posteriores no detectaron ninguna alteración en la capacidad del lenguaje del paciente. Además, las pruebas de neuroimagen mostraron que la zona más cercana al tumor activada durante las labores de lenguaje se alejó 15,9 milímetros de la lesión. También se detectó un incremento específico de la conectividad de la red cerebral del lenguaje, en la que se centró el proceso de prehabilitación pero no en una red de control visual. Según Abellaneda, "este es un elemento clave para entender cómo funciona el proceso de prehabilitación, ya que indica que la conectividad funcional puede reforzarse durante el proceso, potencialmente fortaleciendo las vías funcionales que la red tenía al inicio".
Así pues, los resultados indican que la prehabilitación logró cambios plásticos en el cerebro que potencialmente se asociaron a mejores resultados de la cirugía, revelando los mecanismos que podrían ser subyacentes a estos cambios. Los investigadores apuntan a que las posibles causas de este resultado fueron la elección de la zona seleccionada para la neuromodulación, que tuvo en cuenta la localización del tumor y la distribución de las principales zonas de activación durante las tareas de lenguaje, así como el tipo y la intensidad de las labores de prehabilitación.
El equipo del PREHABILITA trabaja ahora en el análisis de otros casos que integran el ensayo clínico, así como en la inclusión de nuevos pacientes, para confirmar este hallazgo. "Esto nos permitirá estudiar mejor cómo funciona la prehabilitación en los diferentes pacientes, obtener más información sobre los mecanismos subyacentes y averiguar si hay indicadores de respuesta a la intervención que podamos tener en cuenta en cada caso", concluye Abellaneda.