Rompemos barreras en torno a la discapacidad a través de la expresión artística
Rompemos barreras en torno a la discapacidad a través de la expresión artística
Un grupo de 30 alumnos de 14 años de 3º de ESO del Conservatorio Profesional de Danza del Institut del Teatre y 6 jóvenes con daño cerebral adquirido (DCA), pacientes del Instituto de Salud Cerebral y Neurorehabilitación Guttmann Barcelona, presentan un proyecto innovador basado en la práctica y mejora de las habilidades sociales de las personas con un daño cerebral a través de la expresión artística.
El proyecto, impulsado por el Departamento de Enseñanza de la Generalidad de Cataluña, se basa en el Servicio Comunitario de Aprendizaje (APS), una combinación de aprendizaje y servicio a la comunidad que permite a los alumnos mejorar su entorno mediante la aplicación activa sus conocimientos y habilidades.
En la sesión introductoria, que ha tenido lugar en las instalaciones de Guttmann Barcelona, se han realizado unas dinámicas de grupo para conocerse, acercarse y trabajar la empatía y la concienciación, rompiendo así barreras sobre la discapacidad. Los estudiantes de danza clásica, española y contemporánea, han podido conocer la realidad de Xavi, Roger, Marta, Nilo, José y Sergi, todos ellos pacientes de la neuroclínica, que trabajan en unas sesiones grupales de habilidades sociales de la mano de la neuropsicóloga Claudia Reyes.
Las próximas tres sesiones se realizarán en las instalaciones del Institut del Teatre. Como resultado final, los participantes culminarán el proyecto con la representación de una obra de danza inclusiva bajo la guía de los profesores Maxime Iannarelli (Danza Contemporánea) y Montse Sánchez(Danza Española).
Es sin duda un intercambio de aprendizajes donde los pacientes de Guttmann enseñarán a los jóvenes futuros artistas la lección de que siempre es posible iniciar un nuevo capítulo en la vida, independientemente de los desafíos a la vez que trabajan las habilidades sociales y comunicativas, así como también el control impulsos o la conciencia de déficit, entre otros. Al mismo tiempo, los estudiantes de danza abrirán una ventana a los jóvenes con daño cerebral hacia nuevas formas de expresión corporal y emocional, demostrando que el arte carece de limitaciones y que el proceso creativo, con sus sentimientos y satisfacciones, es más valioso que cualquier resultado.