Un estudio demuestra que realizar entrenamiento cognitivo a diario puede generar cambios estructurales en el cerebro
Un estudio demuestra que realizar entrenamiento cognitivo a diario puede generar cambios estructurales en el cerebro
La evidencia científica ha demostrado que un estilo de vida activo podría tener un impacto positivo en el envejecimiento y, específicamente, en lo relativo a la salud cerebral. Dentro de este ámbito, la investigación se centra ahora en entender mejor el impacto de las intervenciones relacionadas con el ejercicio aeróbico y el entrenamiento cognitivo, para poder ofrecer tratamientos personalizados según el perfil de cada individuo. Con este objetivo, investigadores del Institut Guttmann han participado en un ensayo, liderado por la Universitat de Barcelona, en el que se demuestra que la realización de entrenamiento cognitivo de manera regular puede generar cambios estructurales a nivel cerebral.
Los resultados provienen del Proyecto Movimiento, un ensayo con cerca de un centenar de participantes que tenía como objetivo determinar los efectos a corto plazo del ejercicio aeróbico, del entrenamiento cognitivo y de la combinación de ambos en adultos sanos partir de 50 años. El estudio se ha publicado en la revista Frontiers in Human Neuroscience.
El ensayo duró 12 semanas y se crearon 4 grupos de personas de entre 50 y 70 años: un grupo realizaba ejercicio aeróbico, otro entrenamiento cognitivo, un tercero combinaba ambas prácticas y otro hacía de grupo control, que no realizaba ninguna de las dos actividades. Los participantes del primer grupo realizaron ejercicio aeróbico en casa, de una intensidad que aumentó progresivamente a lo largo de las 12 semanas que duró la intervención. Los del segundo grupo realizaron sesiones de 45 minutos de entrenamiento cognitivo mediante Guttmann NeuroPersonalTrainer®, plataforma de telerehabilitación desarrollada por el Institut Guttmann con el objetivo de ofrecer tratamientos personalizados a pacientes con patologías que cursen con déficits cognitivos. Los integrantes del grupo combinado realizaron ambas actividades, mientras que al cuarto grupo se le pidió que no alterara su estilo de vida.
Aumento de las conexiones cerebrales
Los resultados indican que el grupo que realizó ejercicio cognitivo –5 días a la semana durante 12 semanas, 45 minutos por día– experimentó un incremento significativo en el volumen del precúneo, parte del lóbulo parietal superior del cerebro. El precúneo juega un papel fundamental en la cognición, puesto que está muy implicado en los procesos de integración de tareas, imágenes visual-espaciales y recuperación de la memoria episódica. Los investigadores señalan que, pese a este incremento del volumen cerebral, no se ha detectado una diferencia en la capacidad cognitiva del grupo. “Habrá que seguir investigando qué consecuencias tienen estos cambios estructurales en el cerebro –matiza Alberto García-Molina, neuropsicólogo adjunto del área de Neuropsicología del Institut Guttmann y co-autor del artículo–. Como por ejemplo, si estos cambios tienen una repercusión a nivel funcional en las actividades de la vida diaria”.
Respecto a otros posibles condicionantes que puedan influir en la salud cerebral, los investigadores han detectado que el género puede actuar como moderador de los cambios cerebrales, sugiriendo un mayor beneficio en los hombres que en las mujeres. “Además, nuestros resultados cuadran con estudios previos de otros grupos de investigación que indican que el efecto de este tipo de intervenciones es mayor si el ensayo tiene una duración más larga e incluye a participantes de más edad, donde ya hay una pérdida significativa de volumen cerebral”, añade Josep Maria Tormos, Director de Investigación del Institut Guttmann y también co-autor del artículo. Sin embargo, los investigadores subrayan que se necesitarán más estudios que tengan en cuenta diferentes parámetros, como el estilo de vida de cada individuo, para continuar la investigación.